Línea de llenado de vino rosado
Recuerdo que hace hace muchos años visitaba líneas de llenado de fabricantes de bebidas refrescantes (Coca Cola/Pepsi Cola). Había un puesto de trabajo que era el de supervisor de la línea de llenado. La función consistía en estar mirando fijamente cómo pasaban las botellas por delante y comprobar que todas las botellas tenían el mismo nivel de llenado. Si había alguna botella con mayor o menor llenado se apartaba de la línea de llenado. Cada diez minutos se sustituía al operario porque después de ese período el hombre ya no veía nada. Su vista se había cansado de mirar un punto fijo.
La tecnología que se utilizaba se basaba en algo muy simple. Había un dispositivo que retiraba líquido hasta un determinado nivel para asegurarse de que todas las botellas están igual de llenas es infinitamente más eficiente. La tecnología hace que todo sea más fácil, más eficiente, menos caro…
Vi a muchos conferencistas que hablaban sobre el tema tecnología y sobre cómo la utilización de la misma iba a cambiar las reglas del juego en cada sector.
La tecnología en el sector del vino y en el turismo del vino.
Uno de los sectores que ha cambiado es el sector del vino. Y cambia en muchos aspectos. Uno de ellos es la visibilidad de una bodega para con sus consumidores finales.
Ha habido una revolución en el mundo del vino y en el turismo del vino. Muchas bodegas se han dado cuenta de lo importante que es para ellas abrir sus puertas a los visitantes.
El mundo está cambiando de forma radical. Entre otras cosas está cambiando la manera de viajar.
En su momento los turistas decidían visitar un país. Se ponían en contacto con una agencia de viajes tradicional. Esta Agencia le daba los billetes de avión, el hotel y una serie de actividades. En ese paquete que el turista compraba sabía que nada malo le iba a ocurrir pero a la vez probablemente nada bueno.
Siguiendo las prescripciones de otros viajeros.
Hoy estamos en la época de las prescripciones. Aparecen las Otas digitales que nacen, a diferencia de los tour operadores tradicionales, sin ataduras con el modo de hacer tradicional. Y por ese no tener ataduras con lo tradicional les permite adaptarse al 100% a los modos de hacer de la nueva economía digital.
El usuario/visitante empieza a apreciar el poder viajar con una actitud que yo la llamo de Indiana Jones. Y así lo hacen.
En el mercado se empiezan a valorar varias cosas. 1) Que uno desarrolle una actividad que los visitantes valoren de manera grande. 2) Que el número de usuarios que valoren la actividad sea suficientemente amplio 3) Que cuando uno contrata la actividad los usuarios sepan de antemano más o menos lo que se van a encontrar 4) Que uno tenga la suficiente visibilidad como para ser una de las primeras opciones a la hora de que los visitantes reserven tu actividad 5) Que uno presente la actividad de forma suficientemente atractiva para que los usuarios se decanten por la actividad de uno y no la de los competidores.
Nosotros estamos en este mercado porque tuvimos la suerte de cumplir muchos de los apartados mencionados anteriormente.
Adaptarse mejor a los cambios.
Según pasa el tiempo uno va entrando en un mercado que se vuelve cada vez más y más competitivo.
Una cosa sí es cierta Sobrevivirán, no los más fuertes ni los más inteligentes sino aquellos que sepan adaptarse mejor a los cambios. Esta sesuda frase es de Darwin.
La mejor manera de adaptarse a los cambios es entender de donde venimos y estimar hacia adonde vamos. Y en función de esa correcta estimación tomar las medidas oportunas para adaptarse a ese mundo cambiante.
En ello estamos. Les invitamos a que sigan nuestra trayectoria.
Escrito por:
Ignacio Segovia
Ceo de Winebus
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